Una reflexión durante el encierro del Covid (9 de abril de 2020)

Mamá siempre decía que en situaciones difíciles conocías la verdadera naturaleza de un ser humano. Y no hay cosa mas cierta. Eso me lo dijo cuando estaba en high school. Surgió una situación, que ahora no recuerdo, pero si recuerdo que la hablé con ella. (Tal vez no la recuerdo por lo que leerán más adelante.)Y esa fue una de las cosas que me dijo. Seguido de esta pregunta: ¿que quieres hacer? Y pensé en que no quería ser alguien que fuera recordado de manera negativa. Aún no sabía que hacer pero al menos sabía que NO quería que pasara. Mas allá de ser recordada era sentir que había podido ser un bonito recuerdo en la vida de alguien. Mamá en ese momento no me dijo que hacer, solo me escucho. Desde ese entonces observo mas a las personas. Como se comportan en diferentes situaciones. Por eso tal vez soy actriz y criminóloga. En ambas estudio el comportamiento de las personas y como estos se desarrollan en diferentes situaciones. En los pasados años hemos vivido tantas situaciones, difíciles, inesperadas, desalentadoras. Antes me enfocaba en ver como podía ser un rayo de luz en la vida de alguien. Pero debemos tener cuidado, NO todos están listos para valorar esa luz. Hay que tener mucha, mucha firmeza para no permitir que egocentrismos empañen tu esencia. Que los comportamientos de los demás no cambien tu corazón. Hay que ser firme para cuidar tu corazón, para que puedas ser la mejor versión de ti en los peores momentos. Que puedas mirar atrás y decir: “Wow, que mierda de situación viví. Pero mira como la afronté. Con valentía, positivismo, fé y amor. Y sin faltarle a nadie” Que puedas perdonar el suceso. Es difícil, pero posible. Es un ejercicio de fortaleza diario. Llegué a practicarlo tanto en high school y universidad que ya lo hago inconscientemente. Olvido las ofensas, recuerdo lo bueno. A veces eso se torna en un problema porque olvidar las ofensas le envía el mensaje erróneo a algunos de volverlo a hacer. Ahí trazas la línea. El perdón no significa una luz verde para faltarte el respeto. 

Conservar tu corazón en un mundo atropellante es un acto de rebeldía. 

Viene valiente, yo voy a ti.